Esther Capuñay tras haber acumulado en su trayectoria política una red de voluntades de muchos profesionales, empresarios, artistas y dirigentes populares; jóvenes, hombres y en especial mujeres, presenta el proyecto de “Esther a la Alcaldía de Lima”, una iniciativa ciudadana comandada, articulada y liderada por Esther que hoy busca ser una propuesta popular para solucionar los problemas de Lima. Siendo a la vez una respuesta a la crisis aguda que viven los políticos tradicionales, envueltos en la deslegitimación ciudadana, por una infinidad de actos deshonrosos.

La candidatura de Esther Capuñay cuenta con muchas oportunidades en esta batalla electoral, al ser la única mujer que aspira al sillón municipal tiene un amplio campo electoral sin competencia. Pero además es la imagen más nítida de los millones de familias migrantes que han construido la Lima actual. Si a esto sumamos su exitosa trayectoria empresarial y el respaldo de la corporación Universal que reúne a las empresas de la familia Capuñay en los rubros editoriales, radio, televisión y productora de eventos, queda claro que el elemento mediático tan importante y costoso en una campaña electoral es otra ventaja para Esther, mucho más si cuenta con la radio Karibeña que es la estación musical con más oyentes del país.

Esther ha podido articular a un conjunto de personas y conformar una confluencia popular, donde existe gente de organizaciones políticas distritales y de varias tendencias políticas que sumados a UPP, un partido que ha afrontado diversas contiendas electorales, son el soporte orgánico que se requiere para afrontar la campaña electoral. Habiéndose logrado consolidar más del 80% de las candidaturas distritales.

Esther ha definido su estrategia, ganar los sectores populares, ir a los cerros y arenales a donde no quieren llegar los candidatos “bacancitos”. Ha planteado una alianza directa con la ciudadanía a través de sus organizaciones sociales y populares asumiendo sus demandas. Los grandes conglomerados de vecinos que luchan por agua, alcantarillado y electrificación, así como por vivienda digna o diversas iniciativas ciudadanas para la mejora de la seguridad, el transporte, el comercio es el sustento político de un Plan de Gobierno que recoge la voz de la mayoría de limeños que habitan el 75% de la Metrópoli. Tomando posición por los vecinos y no por los que se aprovechan de los recursos de nuestra Lima y de su gente.

Hace unos días la encuesta de Ipsos publicada en El Comercio hacía mención que ninguna candidatura para Lima sobrepasaba el 10 %, y aunque amontonados Reggiardo, Urrestri, Cornejo y Belmont entre el 9 y 7% a días de la inscripción legal, vemos que la carrera está para cualquiera. Esther, la única candidata mujer, que aún sin empezar la campaña formalmente ya aparece con 3% de intención de voto por encima de las candidaturas más pitucas que la representan los alcaldes de San Isidro, Miraflores y la Molina los distritos más pudientes y minoritarios de la ciudad. A poca distancia de los que encabezan las encuestas y con las ventajas mencionadas arriba, el factor Esther Capuñay es una opción real para ver una Lima dirigida por los exitosos emergentes.