Hace unos días circuló la fotografía que mostraba a Mauricio Mulder, actual Presidente de la Comisión Política del Partido Aprista Peruano, conversando simpáticamente con el candidato a la Municipalidad Metropolitana de Lima, Renzo Reggiardo. Los asiduos concurrentes del conocido local testifican que Mulder, era quien le explicaba los temas a Renzo que dócil escuchaba complaciente. No fue un encuentro ocasional ni sería el primero, fue una reunión de trabajo entre socios políticos.  

Como es sabido el Partido Aprista viene atravesando varias dificultades, algunas de ellas muy serias como lo de Odebrecht hasta las irregularidades con su legalidad en el JNE. Sin embargo, ninguna despierta más tensión en la militancia aprista que la rivalidad que vienen sosteniendo sus dirigentes, Jorge del Castillo y Mauricio Mulder, lo que está generando que el partido aprista afronte el proceso electoral municipal en Lima que se avecina con dos estrategias. En ambas el objetivo es capturar a los candidatos que vienen punteando las encuestas para alcanzar la alcaldía, con la intención de dar chamba a los compañeros.

La estrategia de Jorge del Castillo, ex premier de Alan García, luego de su frustrado intento de apadrinar a Renán Núñez como candidato a alcalde y al ser bloqueado por el grupo de Mulder, hoy pasa por darle un salvavidas al viejo partido de Alfonso Ugarte a través de la candidatura de Enrique Cornejo, recientemente excomulgado del APRA por su relación directa con funcionarios que estuvieron a su cargo y que han aceptado haber recibido los sobornos de Odebrecht. A Del Castillo no parece importarle eso, lo que pretende es convencer a las bases apristas en Lima de que ayudando a Cornejo a llegar al sillón municipal las chambas están aseguradas.

Mientras que la estrategia de Mulder, al igual que Del Castillo, la apuesta pasa por conseguir un candidato que tenga la mayor simpatía en la población y les permita arrastrar al partido de Haya a tomar por asalto el poder municipal. En ese sentido Reggiardo es quien ha conquistado al “agrio” dirigente aprista y hoy se han convertido socios. Mulder entiende muy bien el pedido del ex ministro de trabajo, Javier Barreda: “los compañeros quieren chamba”. Sabe que su candidatura a la presidencia del 2021, de no animarse Alan García, pasa por complacer a sus correligionarios, sabe que antes que mandar una candidatura que no prenda y que sincere su esquelético respaldo en la capital, se la juega por Reggiardo.

Mulder es el líder del actual grupo mayoritario que controla al Partido Aprista en este momento, por tanto, sus compromisos serían los más acordes de asumir por la dirigencia aprista. Pero, ¿cuáles son las características de esta Alianza? Aun se manejan dos escenarios: Uno seria, la inscripción de listas solo a distritos y el respaldo a la candidatura de Reggiardo a Lima Metropolitana. Y el segundo seria, integrarse a la lista de Patria Segura para que candidateen en algunos distritos a las alcaldías y como regidores en la mayoría de los distritos, incluyendo también a los compañeros en la lista para el Consejo Metropolitano (un escenario característico del APRA en las regiones). Los detalles seguramente se afinarán, pero lo central de esta noticia es el nuevo romance político entre Mulder y Reggiardo.

Este juego político como he mencionado se da en medio de muchos problemas dentro del partido de Haya, donde Mulder está arriesgando mucho pero sabe también que es la única salida viable para asegurase la confianza de los compañeros, es una suerte de fuga hacia adelante, para que el partido siga en pie aun si se agudizarán los problemas que le quedan pendientes. Pero también todos sabemos de la acostumbrada escopeta de los dos cañones aprista, y quizá por eso veamos a varios “compañeros” en más de una lista en estas elecciones de octubre.