LA ECONOMÍA AL BORDE DEL COLAPSO
Gracias a nuestros hermanos agricultores, millones de familias peruanas pudieron sobrevivir durante la pandemia. En uno de los episodios más trágicos del planeta, el país entero tuvo como abastecerse. Sin embargo, en lo que va el 2023, debido a la poca producción de este año, porque muchos productores han perdido sus cosechas por las inundaciones y otros por las sequías, la producción agropecuaria ha retrocedido un -14,21%, siendo un sector que aporta el 6% del PBI, es una situación que debe preocuparnos a todos los peruanos. La producción de la papa ha tenido una reducción de -35,15%, la quinua (-81,80%), el maíz amarillo duro (-22,41%), caña de azúcar (-21,80%), el pollo (-1,4), el huevo de pollo (-2,4) etc. Y los precios de varios de los productos de la canasta básica ya subieron, como la cebolla de cabeza que su precio subió 45,2%, mango 23,8%, cebolla china 18,2%, espinaca 18,0%, uva blanca 17,5%, y muchos otros. Todo esto por las inclemencias de la tormenta Yaku y el fenómeno del niño costero, que se ve empeorado por la mala gestión de prevención que ha existido, que sumados al abandono de muchos años por parte de los gobiernos de los distintos tintes políticos. Y con la llegada del fenómeno del niño global en las próximas semanas, la economía agrícola corre el riesgo de colapsar, lo que significa, el sufrimiento para la mayoría de peruanos, porque eso no solo afecta a quienes trabajan en la agricultura, sino al país en su conjunto que necesita los productos agropecuarios para alimentarse.
En las últimas décadas la agroexportación ha sido una de las actividades productivas, que ha generado trabajo para millones de peruanos en especial en las temporadas de siembra y cosecha, con la cual, han podido llevar el sustento para su hogar, y si bien hubo muchas críticas al régimen laboral agrario, los trabajadores valiéndose en su derecho a la protesta en el 2020 lograron modificarlo.Hoy esta actividad está en caída.
A lo descrito, hay que sumarle lo que está pasando con la producción del sector Pesca que cayó un -68,93% en junio de este año, porque se ha extraído menores cantidades de pescado, debido a que el calentamiento del mar del litoral peruano, hace que muchas especies de peces migren hacia el sur, al otro lado del continente, alargando las temporadas de veda, por lo cual se reduce la generación de trabajos y se encarecen los productos marinos frescos y enlatados, como el bonito que su precio ha subido 27,9%, jurel 13,8% y caballa 11,6% entre otros. Este sector ha venido siendo duramente golpeado desde el gobierno de PPK donde se aprobaron medidas que beneficiaron a las gigantescas embarcaciones factorías extranjeras, a quienes se le entregó zonas de pesca que les correspondía tradicionalmente a los pescadores artesanales y las embarcaciones medianas nacionales que son quienes abastecen a los mercados locales y las industrias de enlatados, lo cual perjudica la producción pesquera nacional. Estas medidas también han venido depredando nuestro mar, porque se les deja pescar a estas embarcaciones gigantescas, peces muy jóvenes que no han podido generar su renovación natural, lo que con cada temporada nos está dejando un mar sin peces.
Asimismo, el sector de la construcción, uno de los más importantes para la generación de empleo y la reactivación económica, ha decrecido un -9.8%, en el primer cuatrimestre del año, uno de sus elementos principales la producción de cemento cayó -11,88%. Lo mismo pasa con el préstamo de créditos hipotecarios para vivienda que descendió -24.7% entre enero y abril. Pero no solo son estos sectores que vienen en caída, el Informe Técnico del INEI sobre las Actividades Económicas, de donde recogemos la mayoría de datos de este artículo, también señala que la producción del Sector de Manufactura ha caído -3.84%, los créditos corporativos para empresas donde se ubican las MYPES y las grandes han caído -5,89%. También las exportaciones de minerales a China se relentizaron, porque su industria de construcción se encuentra en crisis y no está demando productos minerales como en los años anteriores lo que impacta negativamente en el sector minero peruano.
Esto lo sabe, Boluarte y sus ministros, así como todos los congresistas tanto de las derechas, las izquierdas y los centros. Pero no les interesa, ni tienen la capacidad de hacer algo para frenar esta gran crisis económica que afrontan la mayoría de peruanos. Están más entretenidos en sobrevivir en sus cargos hasta el 2026, en beneficiarse metiendo a sus allegados en algún puesto importante del Estado para que los usen como títeres. Simulan confrontarse en los medios de comunicación, pero pactan en la sombra, cuando tienen que defender sus gollerías, a sus financistas o para impedir que el poder judicial los juzgue por sus fechorías. La inestabilidad política que vive el país es producto del descrédito del gobierno y el parlamento, más del 85% de peruanos los detesta y eso es lo que motiva las protestas y las paralizaciones en regiones, que a su vez empeoran la crisis económica. Y ante todo ello, es urgente e indispensable la unidad de la gente decente, de los ciudadanos y ciudadanas que estamos hartos de ver como unas cuantas presuntas organizaciones criminales que dicen llamarse partidos políticos impiden el desarrollo del país, generan mayor desigualdad y derrumban lo avanzado en materia de derechos humanos, blindando a quienes le arrebataron la vida a más de 40 peruanos ejecutados extrajudicialmente como señala el informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Entendiendo que los peruanos somos diferentes y diversos, y tenemos el derecho a serlo, debemos tener la inteligencia y la sensatez de ponernos de acuerdo contra los males que aquejan el país, como la delincuencia, la corrupción, el autoritarismo, el racismo, la ineficiencia en la función estatal. No podemos permitir que se banalice el cinismo con el que actúan estos políticos, con el cual, dirigen los bienes comunes que le pertenecen a todos los peruanos. Tenemos que ponernos de acuerdo que ante todo está la dignidad humana de cada peruano por eso debemos reducir la pobreza en la que se encuentra más del 25% de nuestros compatriotas, la desnutrición infantil que alcanza en algunas regiones a más del 40% de niños, la violencia contra las mujeres que alcanza altos índices de violaciones y feminicidios.
Necesitamos un acuerdo político entre los sectores sociales, los sectores productivos y una nueva generación de políticos para reactivar la economía nacional, poniendo por delante la inversión pública con proyectos de infraestructura para llevar agua a los 8 millones de peruanos que carecen de ella, con proyectos de vivienda social y de manera masiva, con la construcción de hospitales, colegios, puentes e infraestructura agrícola y vial, eso puede impulsar el crecimiento económico y generar trabajo y mejores condiciones de vida para millones de familias pero a la vez estimular la inversión privada nacional y extranjera para enrumbar un camino hacia el desarrollo. Eso no se va poder hacer con el actual Gobierno, ni con el actual parlamento.
Frente a la crisis política, social y económica la salida no es ir al pasado, al de las propuestas de las izquierdas y derechas; el cambio es la única opción, pensar primero en la gente es el único proyecto político que puede volver a darle esperanza al Perú que tanto queremos.