JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI EL PROMETEO DE LOS ANDES
La antigua Grecia nos ha heredado, el mito de Prometeo, aquel titán que desafió a los dioses al robar el fuego divino para entregárselo a la humanidad, este relato ha perdurado a través de los siglos como símbolo de rebelión contra la opresión y la búsqueda incansable por la libertad. Al igual que este legendario personaje, la vida de José Carlos Mariátegui, nuestro prominente intelectual y político, resplandece con un coraje y una visión revolucionaria que lo sitúa como el Prometeo de los Andes.
Al darle una lectura política al mito de Prometeo, nos damos cuenta que él desafió el orden establecido, enfrentándose a las estructuras de poder para otorgar a la humanidad un don precioso: el fuego, que es símbolo de conocimiento, cultura y civilización. De manera similar, Mariátegui se levantó contra las injusticias y desigualdades arraigadas en la sociedad peruana de su época. A través de su vasta obra literaria y ensayística, Mariátegui buscó encender la chispa de la conciencia social de todo el continente, el cual estaba marcado por su herencia colonial. Sus reflexiones sobre la “moral de productores” reivindica los valores como el esfuerzo, la creatividad, la solidaridad y la justicia social.
El legado de Mariátegui se asemeja a la entrega del fuego prometeico en varios aspectos, como su incansable lucha por los derechos de los trabajadores, los indígenas y los demás grupos oprimidos; reflejando el deseo de iluminar las sombras de la injusticia con el resplandor de la igualdad y la justicia social. Mariátegui buscó trasformar la realidad opresiva de su tiempo, por una de bienestar para todos. Ese compromiso lo llevo a tomar partido por las ideas socialistas y va a fundar el Partido Socialista Peruano, la Central de Trabajadores, y será profesor en la Universidad Popular Gonzales Prada donde verterá sus conocimientos a los dirigentes obreros.
Además, al igual que Prometeo, Mariátegui enfrentó numerosos desafíos y adversidades en su vida. Desde su infancia marcada por la pobreza hasta sus años de activismo político en medio de un contexto social convulsionado y hostil, su trayectoria estuvo marcada por la resistencia, la dignidad y la valentía. Mariátegui no solo desafió las estructuras de poder existentes, sino que también se esforzó por ser un puente entre las teorías revolucionarias europeas y la realidad latinoamericana, adaptando y contextualizando el marxismo a las particularidades de la región andina, sus libros como “La escena contemporánea” o “Los siete ensayos de interpretación de la realidad peruana” y la publicación de la revista “Amauta” son prueba de ello.
Al reconocer a Mariátegui como el Prometeo de los Andes, no solo honramos su valiente lucha contra las injusticias sociales y políticas, sino que también celebramos su visión transformadora para América Latina, la “Patria Grande”. Al igual que Prometeo, que enfrentó su castigo con dignidad y determinación, Mariátegui perseveró en su misión a pesar de las adversidades, dejando un legado imborrable que continúa inspirando a generaciones de activistas, intelectuales y ciudadanos comprometidos con la construcción de sociedades más justas.
A través de su legado, Mariátegui nos invita a mantener viva la chispa de la esperanza y la lucha por un mundo mejor, donde la igualdad, la justicia y la solidaridad sean los pilares fundamentales para un buen vivir. No queda duda, que la vida heroica de José Carlos Mariátegui, es un nuevo mito revolucionario que se entrelaza férreamente con el mito griego de Prometeo.